Acaba de salir a la circulación un
libro “redondo”:
Mayita 1894-1989... Su portada es la
siguiente:
¿Por qué “redondo” si parece un
libro normal?
Es necesario utilizar esta metáfora
para hablar del virtuoso resultado material y bibliográfico
conseguido en un libro de formato menor: 14x22 cm, 148 páginas y
encuadernación con pasta dura.
Generalmente el diseño se subordina al
contenido, es decir, el diseñador gráfico embellece, ordena y hace
funcionales los contenidos literarios de toda publicación, sin mayor
protagonismo. No participa de ninguna manera en su escritura, pero se
esmera en “redondear” la publicación haciendo unitario y amable
el libro, como una bella esfera.
Reunión de familiares y amigos vestidos al estilo afrancesado de la época.
El escritor, por su lado, se entrega a
la narración, investigación, descripción, acopio de imágenes y
demás, sin saber a ciencia cierta cómo se verá como libro. A veces
el autor tiene un ideal gráfico, pero hasta allí. Prefiere revisar
y corregir, pulir y editar su manuscrito hasta dejarlo “redondo”.
Reunión en el huerto de Puruagua. Los perros nunca faltaron en la familia de Mayita...
Pero en “Mayita 1894-1989”
se dio el caso de que participaron en los contenidos literarios y en
el diseño editorial y gráfico tantas voluntades como sentimientos e
ingenios. El libro es producto de muchas horas de charla y evocación,
de muchos archivos fotográficos, de muchos testimonios y de ganas de
agradecerle a Mayita su temple y liderazgo. Por eso el resultado
bibliográfico resultó tan bello como tierno, porque al terminar de
leerlo queda en la mente del lector la certeza de que hay que luchar
a brazo partido si el destino te pone a prueba... Por si esto no
fuera suficiente mérito, el recuento de la vida de Mayita vida
aportará a la historia de la alta gastronomía mexicana datos
valiosos e inéditos.
Retrato de familia con sus hijos mayores y su perro
Trataré de hacerle una breve sinopsis.
María Margarita Gómez de Parada y
Buch de Orvañanos es el nombre completo de Mayita. Nacida en el
siglo XIX desde niña aprendió su rol femenino en una época de
bonanza económica para su familia. Por aquel entonces Francia era el
faro de México y de todas las naciones del orbe. La educación
aristócrata tenía sus modelos. El ocio se traducía en viajes por
Europa que duraban meses e incluso años. Mayita vivió todo este
glamour de la “belle époque”. La moda de París, el estilo de
comer, la etiqueta social, el buen gusto, el conocimiento de sus
vinos y hasta la “gourmandise” fueron materias que Mayita no solo
aprendió con gusto sino que dominó con grado de excelencia en su
juventud, a tal punto que su familia le encargaba el complejo rol de
organizar los banquetes familiares, siempre siguiendo la ortodoxia
culinaria de París. Siendo muy joven disfrutó, supervisó y combinó
el refinamiento social que haya expresión en la hospitalidad de una
recepción donde debían sentirse como reyes los comensales –todos
aristócratas y burgueses del porfiriato... Era claro que para
entonces ya había superado con creces una tifoidea que incluso le
arrebató la locomoción siendo niña. Ya se asomaba en su voluntad
que ninguna desgracia le cerraría las puertas para siempre.
Mayita el día de su boda con con Ignacio.
Casó Mayita con Ignacio Orvañanos
Quintanilla en 1917. En el libro se hace un espléndido retrato de la
época en México, cuando ya la Revolución mexicana había
concretado una constitución que le separaba definitivamente del
régimen anterior. Poco a poco los días de soleada abundancia para
los Orvañanos Gómez de Parada se fueron tornando más y más
oscuros hasta que en la década de los treintas las haciendas que
poseían fueron repartidas entre los campesinos. Una de ellas era
particularmente valiosa para ellos: Puruagua, zona purépecha pero
ubicada en el estado de Guanajuato. La fortuna les había vuelto la
espalda definitivamente.
El camino hacia la hacienda cruzaba así los ríos
Sin ingresos mayores se tuvieron que
adaptar como pudieron a la estrechez económica. Mayita no bajó la
guardia. Comenzó a hacer mancuernillas y corbatas y a venderlas casi
casi casa por casa, pero era insuficiente. Aunque no fue en estricto
sentido una cocinera al frente de sus ollas, su dominio de la
gastronomía francesa asociado a su innata habilidad gustativa y
olfativa le dieron la idea de dar clases de cocina en su casa a sus
amigas de alcurnia y a las cocineras de ellas. Organizó para ello a
Lo, –su propia hermana– y a la servidumbre que no le abandonó en
la hora adversa: Morenito y Modesta.
Dejemos que el libro nos cuente la
siguiente anécdota (pág. 36):
“Para una de las clases se le ocurrió traer de Puruagua a un panadero que hacía unas rosquitas deliciosas con pulque. Cuál no sería la sorpresa y la risa de Mayita y sus elegantes alumnas cuando vieron al panadero echarse buches de pulque para rociar la masa. En ese entonces a Mayita no le pasó por la mente que con esas clases daba el primer paso para fundar uno de los mejores negocios de banquetes que ha tenido México: Banquetes Mayita.”
“Para una de las clases se le ocurrió traer de Puruagua a un panadero que hacía unas rosquitas deliciosas con pulque. Cuál no sería la sorpresa y la risa de Mayita y sus elegantes alumnas cuando vieron al panadero echarse buches de pulque para rociar la masa. En ese entonces a Mayita no le pasó por la mente que con esas clases daba el primer paso para fundar uno de los mejores negocios de banquetes que ha tenido México: Banquetes Mayita.”
Rodeada del personal de Banquetes Mayita
En efecto, la cocina “y su
circunstancia” se convirtieron en la nueva misión de nuestra
protagonista. Supo integrar sin complejos ingredientes mexicanos a la
ortodoxia gastronómica francesa revolucionando el sabor de los
platillos, por ejemplo las “crepas de huitalcoche”, el mango de
manila, el cangrejo moro de Campeche... El nuevo méxico
revolucionario necesitaba expresarse ante el mundo con novedades en
la mesa también. Mayita y sus intuiciones empresariales, sólidamente
basadas en su dominio de la etiqueta francesa aprendida y practicada
en la juventud, le abrieron de par en par las puertas del éxito. Se
entregó a él día y noche con enorme energía, sin complejos, sin
rencores y sin tristezas y atendió las mesas del nuevo régimen
revolucionario, sirviendo banquetes a presidentes de la república y
además a huéspedes insólitos como Charles de Gaulle y Jacqueline y
John F. Kennedy, el papa Juan Pablo II cuando visitaron México,
entre otros... “El estilo y la manera especial de servir de Mayita
era el de las viejas familias aristócratas de México” (pág. 44).
Soirée elegante en la ciudad de México
Tuvo éxito empresarial Mayita en una
época en que la mujer ni siquiera tenía derecho a votar. Su ingenio
y habilidades para analizar problemas y resolverlos le llevó desde
muy joven no solo a reparar autos y motores de vapor, sino a inventar
máquinas que le ayudaran en su cocina y mantuvieran la calidad,
sabor y temperaturas ideales para halagar a sus comensales. Mientras
sus amigas no salían a la calle sin un “necesaire”, ¡Mayita
llevaba además una sofisticada caja de herramientas!... Y vaya que
si le fue útil en muchas ocasiones inéditas, inclusive a la hora de
servir banquetes, donde el Estado Mayor Presidencial no dejaba pasar
ni a una mosca.
Con su hija Márgaro y personal de Banquetes Mayita
Así fue como Mayita estuvo por años
al frente de su personal, muchos de ellos oriundos de Puruagua.
Dirigió y formó a sus hijas quienes más tarde le ayudarían en el
negocio. Brilló por su don de gentes, su estilo optimista, su
austeridad prudente y su afán por servir regiamente. Su familia
resalta en este libro su devoción religiosa y su feliz matriarcado.
La fortuna le volvió a sonreir, pero gracias a su fortaleza y
tenacidad. Falleció a los 95 años de edad, en 1989.
Rodeada de sus cinco hijos
El lector se preguntará qué hace el
reseñista hablando de un libro “no oaxaqueño” en un blog
bibliográfico regional... Sucede que le tocó a Carteles Editores
imprimir y encuadernar este amable libro porque Alicia Arrangoiz
Julien y Juan Pablo Fernández, diseñadores editoriales de “Mayita
1894-1989”, viven y trabajan en esta ciudad de Oaxaca de hace
unos años a la fecha. Alicia viene siendo biznieta de nuestra
protagonista, pues es hija de Jaime Arrangoiz, quien a su vez es hijo
de Guadalupe, una de las tres hijas que tuvo doña Mayita: Lupe,
Márgaro y Male. Sus hijos varones fueron Ignacio y Luis.
El contenido se compone de:
Introducción, Primeros años, Vida de casada, Los cambios,
Banquetes, Vida familiar, Álbum de familia, Bibliografía y
Agradecimientos.
Con su nieto Jaime
El libro, como dije al principio, es
una obra al alimón, pero es de destacarse el motor de la obra: Jaime
Arrangoiz Orvañanos que dedicó este volumen a su madre, doña
Guadalupe. Ella solo conoció el manuscrito pero lamentablemente
falleció poco antes de que el libro alcanzara la publicación.
Festejando nueve décadas de vida rodeada de su familia
Además de los ya mencionados
participaron también en la investigación y entrevistas: Federico
Zertuche González; en la redacción: Alicia Madrazo; en la revisión
del original: Raúl Eduardo González y en el archivo y edición
fotográfica: Jaime Arrangoiz Orvañanos, Alicia Arrangoiz Julien y
Esteban Arrangoiz Julien.
Rodeada de nietos y biznietos
El libro se imprimió en papeles bond
de 70 y 80 kilos. Goza de una tipografía clásica que se lee de
corrido. Todo el volumen es blanco, lo que acentúa su suavidad.
Contiene docenas de fotografías del álbum familiar y entre todas
aportan su atmósfera en el tiempo. No tiene mayor ornamentación
excepto un dibujo de flores en contraportada que, deduzco, fue el
detalle con que a mano se ilustraron las invitaciones a la boda de
nuestra protagonista... Las guardas negras de cartulina Iris, el
listón separador rojo Burdeos y la cabezada clásica amarillo con
rojo, aportan contenida sofisticación y modernidad al ejemplar. La
única letra de estilo manuscrito es la utilizada para el título,
pero consiguió el equipo editorial hacer una cálida semblanza de
Mayita sin caer en la cursilería.
Con todas estas voluntades y muchas
otras más que se anotaron en la página de agradecimientos se
construyó este memorial a la vida y trabajos de una mujer que por su
temple, merecía ser conocido mucho más allá de su ámbito
familiar: doña María Margarita Gómez de Parada y Buch de
Orvañanos, Mayita...
Juventud y madurez de Mayita
Agradezco a los editores su permiso
para ilustrar esta breve reseña usando fotos de su Álbum familiar.
(CSI).
Librería de la Ciudad de México lo podría adquirir? Gracias de antemano.
ResponderEliminarLe ruego escribir a Jaime a este correo:
ResponderEliminarjaimearran@yahoo.com.mx
Él podría indicarle con precisión donde conseguir un ejemplar.
Gracias
lo quiero para mi Mayita, gracias
ResponderEliminarBuen día, don Rafael. Es un libro fantástico, muy ilustrado, la vida de una mujer de espíritu laboral demasiado inteligente pra su tiempo. Sin embargo está agotado. Como estoy por unaugurar una librería "de viejo", podré rastrear si hay alguien que conserve un ejemplar que pueda vendérselo. Le ruego esté en contacto conmigo en klovis44@gmail.com, pero dentro de unas 4 semanas, que aperture el "negocio". Gracias por su correo.
ResponderEliminarPostdata. Supongo que ya escribió a su autor, jaimearran@yahoo.com.mx No le vuelto a ver por las calles de Oaxaca, ya era mayor. Pero él seguramente tiene ahora mismo algún ejemplar, si no es así, búsqueme y nos ponemos a rastrearlo. Gracias.
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