Se publicó y se
presentó el pasado mes de mayo de 2018 el libro titulado “Yaa gatzi. Un pueblo nómada. San
Miguel Amatlán, Ixtlán”, escrito por Juan Arturo Barrita Ortiz. Su portada –incluyendo su contraportada– es la siguiente:
Contraportada y portada.
Se trata de una
monografía de este singular poblado zapoteco cuyo origen remoto
estuvo en Zaachila, en la planicie de los Valles Centrales. ¿Cómo y
por qué llegaron tan lejos y tan al fondo de las montañas de la
Sierra Juárez?
Sus recursos naturales son abundantes.
Es la pregunta que
responde el autor, quien es un veterano escritor de crónicas,
semblanzas y ensayos históricos. Para hacerlo tuvo que ir a
entrevistar a los ancianos del pueblo con cuyos testimonios pudo
reconstriuir lo que la memoria y la tradición oral preservaron como
más importante en el pasado colectivo de un pueblo que surgió casi
de la nada y por poco regresa a ella, si no fuera por el carácter
que les hizo aferrarse a su patria chica.
Algunos de los protagonistas de este libro.
Además de ello, se
entregó al estudio de sus documentos, los cuales ilustran el libro.
Tomó su cámara y captó escenas del paiasaje, los rostros de sus
informantes, las calles del poblado, el estilo de sus casas, los
recuerdos que conservan dentro de ellas, caminos, veredas y sus
viejos monumentos.
Hubo una época en
que los vientos de la revolución mexicana y las invasiones alevosas
de los carrancistas les dejaron en muy malas comdiciones materiales.
Hubo tiempos de prosperidad en que la minería les dio empleo. Hubo
vecinos de Amatlán que salieron al mundo y volvieron con novedades.
Hubo otros que solicitaron a Lázaro Cárdenas mejoras materiales:
carretera, electricidad, salud...
Festejando la llegada del primer fonógrafo al pueblo.
Es una monografía
bien investigada e ilustrada, que saca del anonimato un poblado
serrano que está muy cerca de Guelatao y que abre las puertas de su
historia para que se conozca la fuente de su vigor. La edición
hubiera sido imposible sin el interés mostrado por su Cabildo,
encabezado por primera vez por una mujer: Patricia Martínez Luna.
Tiene paisaje y construcciones interesantes.
Aquí reseñamos su
portada y usamos algunas fotos para que el lector apetezca ir, pues
en auto se hará una hora o poco más de camino, hasta llegar al Río
Grande, donde se dobla hacia la derecha, hacia San Juan
Chicomexúchitl y tras breve tiempo se está ya en Amatlán.
Un habitante que guarda celosamente sus objetos antiguos.
Algún lugar donde se puede conseguir el libro. Saludos
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