Para conocer mejor este libro, dejemos la palabra al afamado escritor Jorge Pech, quien analiza mejor que yo este libro y sus contenidos:
La
mirada compasiva de Alberto Revilla
Jorge
Pech Casanova
En
los años que llevo leyendo historias, pocas veces me encuentro con
alguna que trate sobre animales. Es cierto que los libros infantiles
están llenos de relatos, poemas y canciones en los que los animales
predominan y aun hablan, pero ese recurso encubre apenas que tales
criaturas en realidad son representaciones de las humanas mediante el
recurso de la prosopopeya. Sucede en las fábulas, de Esopo a
Iriarte, pasando por Lafontaine y sin olvidar a Monterroso. Sucede
con muchos cuentos chinos (y japoneses) en los que intervienen
animales que en realidad son espectros o seres sobrenaturales, como
los zorros que pueden tomar aspecto humano.
En
la literatura, entonces, conozco pocos textos que en realidad se
ocupen de los animales. Es decir, que relaten historias que realmente
nos hagan identificarnos con ellos. Rudyard Kipling logró recrearlos
en El
libro
de las tierras vírgenes,
y de sus relatos siempre he gozado la proeza de Rikki
Tikki Tavi,
la mangosta que se enfrenta con una cobra hasta vencerla. Pero
sospecho que mi mangosta favorita en realidad encubre a un héroe
humano, como en las fábulas. En cambio un sobreestimado narrador aún
disfrutable (en palabras de Borges, “una superstición uruguaya”),
Horacio Quiroga, dejó algunos relatos en la vena de Kipling, y quizá
los mejores de ellos son Anaconda
y El
regreso de Anaconda,
en los cuales el personaje de la gigantesca serpiente aventurera es
cumplidamente recreado hasta su culminación.
Virginia
Woolf le dedicó toda una novela a Flush,
el perro cocker spaniel de la poeta Elizabeth Barrett Browning,
narrando los hechos humanos desde el punto de vista del animal, algo
que pocos han conseguido con tal convicción. Y Stephen Crane,
narrador de situaciones en su mayor parte brutales, dejó una
historia inusitadamente cálida y sentimental que se titula Un
perro café oscuro,
en la cual un perro y un niño sostienen una amistad ejemplar hasta
que el padre ebrio y golpeador acaba con esa relación al arrojar al
animalito desde un quinto piso. El cuento termina cuando la familia,
al buscar al niño, lo halla en el fondo de un callejón abrazando el
cuerpo inerte de su amigo.
El
sentimiento de compasión y empatía que me produjo ese cuento de
Crane leído hace varias décadas, me ha vuelto de pronto con la
lectura del primer libro de Alberto Revilla: El
guardián de la montaña. Historias de cuatro patas… y una de tres.
Son
diez cuentos planteados con prosa precisa, serena y eficaz. En su
mayor parte son historias de profunda empatía con los sufrimientos y
goces animales y humanos, pues el autor decidió mostrar las
relaciones profundas que se establecen entre las personas y sus
perros o sus gatos, además de algunos pares de conejos. Si bien el
espíritu que anima estos relatos refleja una muy compasiva mirada,
no faltan algunos ejemplos de trágica crudeza, como las desventuras
de La Amarilla, perrita callejera maltratada por casi todos, que
prefiere ahorrarles a sus crías ese suplicio, o la ejemplar y
cruenta retribución que sufre un hombre violento después de arrojar
a un río a siete gatitos. Pero por fortuna menudean las narraciones
de amistad y de amor hacia los animales domésticos, esos que con sus
virtudes irracionales paradójicamente humanizan la convivencia de
personas: mujeres solitarias que adoptan perros heridos, taxistas que
cobran conciencia de su responsabilidad como conductores al rescatar
a un can arrollado, un joven estafador que corrige su ubicación
social tras afrontar la muerte de una mascota a la que había
secuestrado, un anciano que tarde con tarde lee relatos a los perros
en la calle… Hay tanto dolor en este libro que la inevitable
lección del arte narrativo queda expuesta con enorme contundencia,
pero hay asimismo la cantidad de amor que se requiere para asimilar
las punzantes experiencias de los cuentos. Y el libro reserva una
conclusión más útil: una guía práctica de rescate y adopción
responsable.
Este
libro es un bello objeto editorial, además, con la cuidadosa
manufactura de Carteles Editores, la bella portada de la pintora
Nancy Hild y las ilustraciones de Marco Velasco.
Alberto
Revilla ha dirigido su mirada y su actuación compasiva a las
humildes criaturas de cuatro patas y a alguna de tres. No sólo ha
curado y cuidado con sus hábiles manos de intérprete musical a
cánidos y felinos que rescata de las calles, sino que les obsequia y
nos obsequia este libro sucinto, conmovedor, cuyo cometido es
retratar animales, como es evidente, pero también –y esto es más
sutil– vincular de nuevo nuestro
ser a la perdida unidad con la naturaleza y sus criaturas más
nobles, los animales de cuatro patas que han aceptado compartir
nuestros hogares humanos.Para adquirir un ejemplar le rogamos escribir al correo del autor: revilla.alberto@gmail.com
Por cierto, se presentará el 25 de octubre de 2019 a las 16 horas, en el vestíbulo del AGEO, en Ciudad de las Canteras.
Y cerremos ahora esta entrada con los comentarios que hiciera nuestra editora Martha Vila cuando se presentó el libro en la Casa de la Ciudad:
HISTORIA
DE 4 PATAS Y UNA DE 3
Del
músico, coreógrafo y animalista Alberto Revilla
Si
los animales pudieran hablar, que nos dirían ¿?
Esto
se preguntó el activista Antonio Franyuti, quien comenta que
después de ver un programa sobre la crianza de cerdos y su
sacrificio, quedó tan impactado por la crueldad que vio, que
hipotéticamente, les preguntó a los animales: Qué necesitan ?
Qué
puedo hacer por ustedes?
Los
animales le contestaron: No me hagas daño, respétame, no me uses,
convence a los demás para que no me dañen, Protesta, Haz leyes y
EDUCA a las personas para que sepan que tenemos derechos y hazlo
rápido.
Antonio
Franyuti logró en 2013 que en Queretaro se prohibieran los animales
en los circos y esto se ha multiplicado en todo el país.
Hace
unos meses, visitaron Carteles mi querida amiga Lety Ricárdez y el
maestro Alberto Revilla, llevaron el borrador del precioso libro que
acá tenemos Titulado El Guardián de la Montaña, Historias de
cuatro patas y una de tres.
Nos
plantearon la edición de un libro que contiene 10 historias
verdaderas de rescate de perritos escritas en forma literaria.
Nosotros
vimos que estas narraciones pueden transmitir la enseñanza de que
los buenos sentimientos, pueden convertirse en buenas acciones y en
ocasiones, en milagros.
En
carteles editores procuramos decir SI a todo lo que tenga que ver
con el trato humanitario hacia los animales, pensamos que en especial
los perros SON GENIALES, tenemos 4, todos recogidos de la calle.
Así,
después de leer las vivencias del maestro Alberto Revilla
convertidas en cuentos sencillos, pero intensos, historias que
conmueven, escritas con claridad, y con tiernas ilustraciones
Claudio y yo supimos que cometeríamos un grave error si no lo
editábamos.
Primero,
porque son historias reales que nos recuerdan que aún existen
personas nobles que con sus hechos dan y obtienen felicidad
ayudando a un perrito en problemas.
Segundo,
porque a través de la difusión de este libro se puede EDUCAR a
quien lo lea, ya que el maestro Alberto ha incluido una Guía
Práctica de Recuperación y Adopción.
Si,
quiero pensar que también él le preguntó a los perros que en
ocasiones salvo y en otras vio morir, qué necesitas ¿?
Qué
necesitas ? Qué hago ?... Alberto, les hizo un libro, Alberto es un
ejemplo para mi, una persona sensible, comprometida, accesible, que
teniendo como recursos su enorme corazón y su voluntad no solamente
rescata a los perros de la calle, con sus historias, rescata a esta
otra especie que a veces no entiende que también somos animales, que
no entendemos que “todos
sufrimos igual, la capacidad para tener dolor la tiene un perro, un
cerdo, un burro, un niño.”
Si
los animales pudieran hablar, seguramente te dirían a Alberto, al
igual que yo, muchas gracias por ayudarnos, muchas gracias por las 10
historias del Guardián de la Montaña, muchas gracias luchar y por
darles bellas palabras en tu libro a aquellos que no tienen voz.
Carteles
Editores celebra la publicación de libros como el Guardián de la
Montaña, un libro de hermosa portada y mejores historias y esperamos
que al leerlo, siembre en ustedes la misma pregunta: animales, que
necesitan? Qué puedo hacer por ustedes ?
Los
invitamos a que adquieran y lean el libro, no lo guarden, por favor
háganlo circular porque esta ciudad necesita más personajes
como Alberto Revilla.
Muchas
Gracias por su atención.
Martha Vila.
Hola ! Donde puedo descargar el libro el guardián de la montaña
ResponderEliminarno se ha hecho la version digital.
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