viernes, 14 de septiembre de 2018

LA SUSTENTABILIDAD ALIMENTARIA DESDE LA NUEVA ESCUELA AGROPECUARIA

Acaba de salir a la luz pública (septiembre de 2018) un interesante estudio sobre un tema que está nuevamente en el debate público: la alimentación de nuestro pueblo, de eminentes raíces agrícolas. Sus autores con Francisco Ramos García y Adolfo Toledo Infanzón. La portada es la siguiente:


Para todo aquel lector interesado en estos temas, incluimos el índice, que le dará el panorama de los contenidos:


Enseguida reproducimos su Introducción para que el lector pueda apreciar el enfoque y los alcances que se proponen los autores, aclarando que este texto forma parte del libro cuya aparición hoy celebramos, no sin antes ofrecer el contacto de Dr. Ramos para quien desee adquirir el ejemplar: educacion-humana@hotmail.com

Introducción
En el ensayo La Sustentabilidad Alimentaria desde la Nueva Escuela Agropecuaria, los autores tratan de plasmar diversas experiencias, ideas, conceptos y enfoques respecto al papel de la escuela agropecuaria como fehaciente precursora del desarrollo rural y de la soberanía alimentaria. Es parte de un estudio más amplio sobre la escuela agropecuaria pública que se realizó en el periodo de 2013 a 2016, incluyó al Nivel Medio Superior (nms) y al Nivel Superior (ns), y se concluyó en la Universidad Autónoma Chapingo como parte de estudios posdoctorales en sociología educativa. Se documentó histórica, administrativa e institucionalmente el proceso de conformación, funcionamiento y resultados obtenidos de la escuela agropecuaria, con el fin de conocer su pertinencia educativa. El estudio de campo consideró a trabajadores y jubilados: directivos, docentes y administrativos de 21 Centros de Bachillerato Tecnológico Agropecuario (cbta), un Centro de Bachillerato Tecnológico Forestal (cbtf), 7 Brigadas de Educación para el Desarrollo Rural (bedr) y 4 ex Institutos Tecnológicos Agropecuarios (ita); ex líderes sindicales de la Sección 22 del snte, y ex alumnos, complementado por una investigación documental exhaustiva de los temas de estudio.
La información sugiere la reflexión de la escuela agropecuaria –incluida la forestal– de su función social y productiva, desde el proceso mismo de desmantelamiento oficial, la estructura de los emporios educativos agropecuarios organizados desde la década de 1970 en zonas agroproductivas específicas para el desarrollo rural y agroalimentario, pero además desde el aspecto académico con la pertinencia de los planes educativos, de las carreras técnicas y profesionales ofertadas y, en todo ello, implícito el enfoque educativo orientado a reproducir, memorizar, transferir conocimiento, técnicas, tecnología, entre otros, no sustentables.
La reflexión también sugiere analizar el trascendental objetivo que debe tener una escuela agropecuaria para un país cada vez más dependiente tecnológicamente y de alimentos básicos; la importancia como política de estado y precursora de talentos, de conocimientos y tecnologías para cumplir con la más alta y noble de las actividades humanas, que es la generación de alimentos. En este logro está implícito el aprendizaje significativo de los educandos, un conocimiento pertinente y eficaz, así como de habilidades y aptitudes que permitan a los egresados ser agentes de transformación de sus comunidades y de su propio desarrollo.
La escuela agropecuaria del nms y ns, se localiza en diversas zonas agroproductivas: desde el nivel del mar hasta las zonas de montaña, en climas áridos y de lluvias intensas, de cultivos anuales y perennes y bosques, entre otros. Ello facilita la posibilidad de convertirse en centros de desarrollo rural agroalimentario contextualizados, apoyados en la estrategia aprendizaje-investigación-vinculación. Esta transformación puede realizarse desde dos aspectos: a) inversión pública para financiar su crecimiento y modernización; y b) la transformación del enfoque-misión-visión, para lograr mayor pertinencia a los contextos y al desarrollo sustentable como práctica cotidiana y efectiva.
Precisamente es lo que se plantea en este escrito, a través de una escuela flexible, pertinente, eficiente y dinámica al contexto en que se ubica, que incida de mejor y mayor manera al desarrollo rural y a la soberanía alimentaria, a través de sus enseñanzas, investigaciones y tecnologías, su vinculación y retroalimentación permanente.
Este estudio se realizó con datos del estado de Oaxaca, aunque los planteamientos se ajustan bastante bien a la práctica nacional. Como planteamiento central se proponen algunos principios que provoquen un cambio de enfoque, misión, visión y objetivos de la escuela agropecuaria, para lograr una mejor incidencia en el perfil de egresados y, con ello, un mayor impacto agroproductivo.
Cabe mencionar que este ensayo fue presentado en la convocatoria 2017 del Premio Nacional “Dip. Francisco J. Múgica” sobre Desarrollo Rural Sustentable y Soberanía Alimentaria, que emitiera la Cámara de Diputados del H. Congreso de la Unión, a través del Centro de Estudios para el Desarrollo Rural Sustentable y la Soberanía Alimentaria; en donde fue evaluado por un jurado de profesionistas con amplia experiencia de las siguientes instituciones: Universidad Autónoma Metropolitana (uam), unidad Xochimilco; Programa Universitario de Estudios del Desarrollo de la Universidad Nacional Autónoma de México (unam); Instituto Nacional de Administración Pública (inap); Universidad Autónoma Chapingo (uach); Universidad Autónoma Agraria “Antonio Narro”; e Instituto de Investigaciones Sociales (iis) de la unam; quienes le otorgaron el tercer lugar nacional con mención honorífica en la categoría de investigaciones inéditas.
La reflexión institucional escolar agropecuaria
Todo sistema y sus procesos tienden a la estabilización dinámica cuando no presenta cambios, en tal sentido los productos generados tendrán siempre las mismas características. Si el contexto, a donde van dirigidos los “productos” obtenidos, no ha cambiado, el sistema y sus procesos continúan siendo pertinentes; un sistema estable para un contexto estable. Lo contrario ocurre cuando el contexto ha cambiado, se ha transformado y modificado, su dinamismo lo ha llevado a niveles superiores de interrelación, de complejidad, de entropía. Un contexto dinámico, cuya constante es el cambio, no es compatible a un sistema y a procesos estables, cuyo dinamismo lleva otro ritmo, otro diseño, otra intencionalidad.
El contexto de la escuela agropecuaria en sus diferentes regiones, ha cambiado, no es el mismo de hace 45 años. Ahora se tiene una sociedad más compleja y exigente, más crítica y de mayor participación, con otra visión e interés, una sociedad con mayor información, interactuante e interconectada con el mundo (alumnos, padres de familia, profesores, directivos, instituciones, organizaciones…) Por otra parte, también se tiene un sector agroproductivo deficitario de alimentos básicos, y no se diga para la comercialización, con niveles de producción y productividad bajos, recursos naturales degradados y contaminados (suelo, agua, microflora…), un cambio climático continuo y tecnologías inadecuadas o subutilizadas, entre otros. Además, la pedagogía también ha cambiado, ahora se sabe que el conductismo no ha sido la solución para el aprendizaje de los estudiantes, resalta el constructivismo, donde todo se construye en el proceso educativo, la comprensión de muchas formas para aprender, donde las emociones son transcendentales, así como el nivel de ingresos y los estudios de los padres, entre otros.
La necesidad de un empoderamiento de la escuela agropecuaria en el medio rural y/o agroproductivo se hace evidente e imprescindible; como sistema con procesos debe pasar por adecuarse al contexto territorial, cuyo dinamismo sociocultural, económico y ambiental deberá ser la medida de su actualización y flexibilidad de su enfoque, misión, visión y objetivos. Es urgente que la escuela agropecuaria nacional recupere su empoderamiento, participación e impacto en la educación para el desarrollo agroalimentario rural.
A continuación se enumera cada uno de los elementos que dieron pauta para la reflexión, el análisis y el planteamiento de la necesidad de su transformación:
1. El último estudio del funcionamiento realizado a la escuela agropecuaria de nivel medio superior fue en 1994, cuyos resultados indujeron cambios importantes en la manera de planear y operar. En el nivel superior no se conocen estudios generadores de cambios.
2. Se han realizado reformas educativas a la escuela agropecuaria de nivel medio superior desde 1970 hasta la actual de 2013, cuya justificación se ha centrado en la rigidez de planes, programas, contenidos, tiempos de clase, tipos de módulos, enfoque pedagógico, aspectos laborales, entre otros, sin considerar el enfoque, la misión, la visión y los objetivos de la misma.
3. Se carece de información integral de la situación de la escuela agropecuaria en cuanto al impacto de sus egresados y de la misma escuela respecto a su contexto sociocultural, económico, agroproductivo y ambiental. La situación del campesino y productor agropecuario es de bajos niveles productivos, de alta dependencia tecnológica del exterior, de problemas basados en los recursos naturales, desnutrición, entre otros; prácticamente el campesino y productor hacen lo que pueden según su nivel de capitalización.
4. Resulta imprescindible que la escuela agropecuaria realice estudios, análisis, investigaciones y genere información actualizada de lo que acontece en su propio contexto, que le permita reflexionar sobre su quehacer institucional en todos sus niveles directivos y académicos.
Por qué proponer un estudio de la escuela agropecuaria
El enfoque de la escuela agropecuaria no ha variado, en esencia, por casi 45 años, por lo que resultó indispensable el análisis de los temas propuestos. La escuela agropecuaria enfatizó, en su inicio, modernizar el campo al estilo de la revolución verde, es decir con un paquete tecnológico que incluía semillas mejoradas, riego, agroquímicos y maquinaria. Se pensó y, quizá, todavía se piensa, que una receta técnica podía cambiar la producción y productividad del medio rural. Sin embargo, con una realidad productiva compleja y diversa, por sí mismas la técnica y la tecnología no han sido suficientes para transformar el panorama socioeconómico rural y la soberanía alimentaria.
Más de 22 años han pasado del estudio intitulado Escuela y trabajo en el sector agropecuario en México (1994), realizado por la doctora María de Ibarrola Nicolín, del Centro de Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional (ipn), México, donde evidenció la falta de correspondencia entre las carreras técnicas y el mercado de contratación laboral de los técnicos. Cabe mencionar que dicha investigación se realizó en tres cbta de la misma dgeta. Sus conclusiones dieron pauta para generar algunos cambios en la manera de administrar la educación, pero lo más importante fue la apertura de la visión para entender la complejidad entre la escuela y el sector agropecuario en México.
A continuación se presentan algunas consideraciones que pretenden justificar el estudio y la propuesta realizados:
1. La escuela agropecuaria de la década de 1970 continúa administrativamente, más no es pertinente al contexto, a la complejidad y a los retos del siglo xxi.
2. El enfoque, la misión y la visión están generando un perfil de egreso de estudiantes sin las capacidades suficientes y, por lo mismo, con impactos poco significativos en el desarrollo rural y la soberanía alimentaria.
3. El proceso educativo está mimetizado, en gran medida, sobre metas administrativas que supera lo académico, la planeación, lo productivo, la investigación y el desarrollo tecnológico y la vinculación.

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