jueves, 28 de julio de 2011

SAN ANDRES SOLAGA, VILLA ALTA, Y SUS JOVENES CRONISTAS

El libro que acaba de salir de nuestras prensas se debe al entusiasmo de un joven profesor cuyo nombre es Alfredo Mazas Bautista.

La autoría es colectiva: estudiantes y maestros de la Escuela de Educación Secundaria Comunitaria Indígena ubicada en aquel remoto poblado que pertenece al distrito de Villa Alta, en la Sierra Juárez.
No conozco San Andrés Solaga, pero sí a su comunidad hermana: Zoogocho, así que eso me indica el rumbo, el clima y lo sinuoso de la carretera para llegar hasta allá.

Lo interesante de este libro de 88 páginas, 16.5x22 cm, impreso a una tinta sobre papel Cultural ahuezado de 75 gr, encuadernado a la rústica, es que es bilingüe: zapoteca y español.

Su portada originalmente era el dibujo que aparece al centro de esta otra que decidimos ponerle, con abundantes fotos que se incluyen en interiores, pues si al principio sus coautores pensaron que solamente debería circular su libro por Solaga, nosotros le vimos más alcances y decidimos explotar las mismas fotos que ellos aportaron para enriquecer sus testimonios. Con esta portada el libro (y desde luego la comunidad misma) tienen mejor presentación para todo aquel forastero que quiera saber más de este interesante pueblo. La portada es ésta:


El título genérico de Relatos Comunitarios se refiere a que los chicos averiguaron la tradición oral y la redactaron tanto en zapoteco como en español. Aparecen como recopiladores los estudiantes: Carlos Miguel García, Adriana Pacheco Vargas, Martha Viridiana Mazas Rodríguez, Graciela García León, Concepción García Jacinto, Edna Chepi Nolasco, Mariela García Ildefonso, Briseyda Pacheco Vargas, Valeria Julita Cayetano Hernández y Jedali Vásquez Cayetano. Los dos educadores comunitarios que hicieron esta edición: Hugo Miranda Segura y Alfredo Mazas Bautista.

En lo personal me fascinó el texto "Danza de San Marcos (Una danza que nos trajeron los españoles)"
porque reproduce un "performance" diseñado por los barrocos misioneros para evangelizar las comunidades del Nuevo Mundo. Algunos le llaman "teatro", pero sus alcances son notablemente mayores. El texto recogido en este breve tomo da cuenta de vestimenta, armamento, parlamentos e ideas en boga... Una crónica suspendida en el tiempo... un tesoro para quienes estudiamos el mundo novohispano. Pero dejemos que ellos mismos se presenten porque este concepto de educación es realmente novedoso en nuestro panorama de educación pública. Reproduzco a continuación la Introducción del libro, primero en zapoteco y enseguida en español. Espero que paisanos ubicados en cualquier latitud puedan leer y apreciar este esfuerzo editorial comunitario, apoyado financieramente por CONACULTA, Gobierno del Estado y Fundación Harp Helú Oaxaca:


Bixha Nyoj Lo Yishi
Yishiga chhozejlan gaka chhelhon bi weseda kuenchh yelhejnhibo, kuenchh yelhakbo. 

Za’ bxhegas yo’o wesedi, za gokas tap is, nha ka bia lla chholsedbo gani, chhelzolhaubo chhelnhezebo dan de lhawe yell chebo. Nha ka llinha chhelhonbo nhakin chhjakbo chhjelnhabebo bene yella dan chhelzalhallebo yelnhezebo.

Kin chhak llinha lo yo’o wesedi, nhaden shan len kan chholhuenhe bi wesed yobl. Ka nhak dan chhelhenhebo yelnezebo dekede sorhaw ljenhabebon nho bene chhelhon: llin yixe, bene wete, bene wen yetxhtil, bene chhelhonhe yo’0, bene chholkode ga chhbe-chhawchho, bene chholkode da chhyialjechho len yaa. Leska wak shjelnhabebo nho che weya, che wekuell, che lhnhi o bi che da chhelzi bene walhalla nha chhelzalhallebon. 

Kanhak dillan chhelhetob’bo chholzojbon dilla xhon, dilla walhall, kon kan bnha bena dillan kon kan chheyojin, nhachh chholhozej labon dilla xhtilh.

Ka ba jelnhab’bo da zchau, ba zjelnsojbo zchauin ka chholholab’bon kuenchh yelue lhazebo nholhin chhon bayoll yelhnhezebo kuenchh yelhgiljbon lo yish da bolzoj bene lla sita, bene sinha, bene ba belheyonhe xhbab che ka dan de yell lhio; len chholab’bo nha chhelnhezebo yelhate.

Ka dillan yoj gani nhakin dilla da bolshalj bal bene walhalla, len belhonhe goklhen kuenchh bexhue weshalj che bene xost-xhtawchho. Len belenhe, belonbie nha golhak che bale kan tllalj dillan zak nhi.

Bedob dilla ga ll’lhan nho bene ya’, bi welhanha, che bxhej; nha leska behin bayoll byaz dilla da nhan gaka gok kuenchh bxhe yell Zoolaganhi.

Ka llinha chhelhon bi wego wesed ki, chhaknhenhin lebo kuenchh yelhakbebo nha yeleyonbo xhbab dilla gol che bene walhalla belnhita kanhi. Kan chholsed, kan chhelhejnhi bi wesed ki, kon dan chhon bayoll ganhi nhakin yolhab’bo-yolzojbo-yelhnebo-yolhozejlabo, kon ka ba chhalhakbo danhi shal yelheyejnhibo bi dilla yobl.

Lo yishi chenhendo yendo oxhklenlhe kanhak bena ba belhaknhenhe, ba belone dilla chie, ba bolshalje ka dan zjelnhezenhe, nha ganhi ll’lhando lhe’, bale nhi nhite nha bale ba golhate, nha oxhklenhen bolshajlje dan zjelnhezenhe. 
Alfredo Mazas Bautista



Versión en español:


Introducción 

¿Qué es la Escuela de Educación Secundaria Comunitaria Indígena? Es una nueva modalidad educativa, es un modelo que se considera alternativo, ya que los estudios de nivel básico que en ella se imparten no tienen que ver directamente con la educación que ofrecen las escuelas de su equivalencia.

Lo que caracteriza a este tipo escuelas es que su enseñanza parte de proyectos de aprendizaje que los estudiantes construyen a través de una serie de pasos, estos proyectos son enfocados llanamente hacia la vida comunitaria que llevan los habitantes de la comunidad; es decir que lo que se va a trabajar, lo que se va a estudiar e indagar debe partir de los conocimientos que tienen las personas de la comunidad.

Estos proyectos son grupales y pueden trabajarse durante un ciclo escolar y son derivados de las diversas actividades que existen dentro de la comunidad tales como: agricultura, comercio, panadería, albañilería, carpintería, herrería, etc. Como también caben aspectos culturales danza, música, tradiciones, costumbres y un sin fin de temas que a los estudiantes les interese trabajar.

En fin el proyecto que se vaya a abordar de alguna forma tiene que ver con el devenir histórico de la comunidad; ahora algo que se considera como prioritario para que esto se realice es que las actividades comunitarias se tienen que llevar a cabo siempre manejando la lengua originaria de manera funcional, ésta tiene que hablarse y escribirse de manera simultánea. Una vez que se han agotado los ámbitos relacionados a lo comunitario y que se consideran suficientes, entonces se revisa el trabajo y se va detectando cuál de los temas allí abordados se pueden profundizar pero ya a nivel científico, o en otras palabras se revisa material bibliográfico para que así los estudiantes tengan y conozcan también dichos conocimientos.

En esta ocasión este material [no corresponde a ningún proyecto de aprendizaje] se logró gracias al entusiasmo que mostraron algunos estudiantes por  abordar una parte de la enorme tradición oral relacionada a los seres sobrenaturales que existen en la comunidad y que aquí les presentamos. Esperamos que en cada una de las narraciones el lector sea partícipe del mundo sobrenatural que esconden estos relatos.

Porque entender el mundo desde nuestra cosmovisión, interpretarla, vivirla, tener conocimiento de ella es algo que hemos venido evadiendo y es que pareciera ya no interesarnos lo que nos identifica; es por ello que decidimos dar un espacio a la tradición oral de las personas de la comunidad y recuperar parte del gran conocimiento que existe en ella. 

De esta manera estamos abriendo un espacio al conocimiento local a través de estas actividades a la vez que se va reivindicando el sentido de pertenencia e identidad en los estudiantes; porque desde hace varios años las nuevas generaciones se están volviendo muy vulnerables a los cambios que la misma sociedad provoca, lo cual deja como resultado que la cultura se vaya desplazando poco a poco, la lengua originaria se ha mezclado o la hemos dejado de practicar para ir adoptando algo que es ajeno a nosotros. 

Por último, agradecemos el financiamiento que otorgó el programa PRODICI, dependencia de la Secretaría de Cultura del estado de Oaxaca para la realización de este proyecto; así también queremos agradecer a la gente que aportó sus conocimientos para con este escrito y a todos aquellos que han venido dejando huella de su tradición oral en los diversos proyectos y trabajos de indagación que han realizado los estudiantes de esta institución. Por ello muchas gracias…
                                                     Alfredo Mazas Bautista

Si el lector gusta de continuar abrevando, aquí agregamos un fragmento más, esta vez sólo en español:

PRIMEROS HABITANTES DE LA COMUNIDAD
Hay varios conceptos sobre la fundación de San Andrés Solaga uno de ellos nos dice que el primer asentamiento de San Andrés Solaga fue en el lugar denominado en zapoteco Ya´a Nhal Yej (cerro de las rocas macizas), este lugar se ubica al noroeste de esta comunidad; la tradición oral que se tiene a cerca de los orígenes de la comunidad se platica que el pueblo no duró mucho tiempo en este sitio, esto se debió a que en aquel lugar habitaban animales salvajes que se llevaban a los niños; de igual forma sufrían de escasez de agua; el otro factor fue el frío tremendo que se desataba en dicho lugar. A esto se debe que la gente no se halló en este lugar.

Como evidencia de este asentamiento se pueden distinguir los restos de los muros de lo que se supone fue el templo, también se puede distinguir perfectamente dónde se ubicó el atrio ya que está en un sitio  más elevado que el corredor, el corredor está  en un nivel más elevado que el atrio y por último le sigue el altar que se observa en un nivel más elevado. Haciendo los estudios y observaciones cuidadosas se puede distinguir que la entrada al templo está orientada al Sureste.

Actualmente el lugar ya está completamente cubierto por hojas y musgos, también nos puede mostrar que el suelo se halla cubierto por tres capas de abono: la primera capa esta compuesta de hojas, la segunda capa es de hojas  que se están descomponiendo gracias a la ayuda de los organismos que se encuentran en el interior del abono, en la tercera capa las hojas ya están completamente descompuestas convertidas en abono; después de las capas hay una más de tierra fina y puede  ser de color rojo , amarillo o café , pero es arcilloso, si alguien escarba después de la tierra encontrará  terrones por la humedad que ofrece el abono.

Nuestros antepasados durante el tiempo que vivieron en ese lugar construyeron su templo, sus viviendas; así también trabajaron en ese terreno, sembraron chilacayote, calabaza, chayote, chile, maíz, y variedades de frijoles, ellos sufrían por lo que había animales que comían lo que sembraban, como los jabalíes, venados, conejos, ardillas, tejón, entre otros. Ahí hay variedades de árboles como son: ocotales, encinos árboles frutales y árboles que se llaman en zapoteco yell xhil, yag zillj, yag yell za’a, yag zoga, yag miss, yag zinha (pino de monte, encino) y según dicen que con esto hacían vigas, sacaban tablas, así también sacaban duelas, entre otros. En ese lugar encontramos bromelias y otro que se denomina en zapoteco yej lhaaz (helechos silvestres).

Al paso del tiempo se trasladaron en el lugar denominado en zapoteco Ya’ Xhoza (cerro enramado); pero ahí no había agua y por tal motivo no se hallaron. Después regresaron al lugar en que se ubica la comunidad en la actualidad, dicen que es tierra caliente yoba y vieron que  en este lugar había bastante agua, no había animales salvajes que se llevaran a los niños y también ahí se daba las cosechas , había árboles muy grandes y que tenían hojas grandes y estas hojas se caían mucho, con esta hoja ya  caída  hacían sus viviendas, entonces dijeron: “hay que llamarle Solaga” a este lugar que en zapoteco decían que Zoo significa hojarasca y, laga hojas y así fue como le llamaron Solaga, lo cual da como traducción lugar de hojas regadas.

Uno de  los  que vivía en el lugar denominado en zapoteco Ya’ Nhal Yej tuvo que bajar para ver donde había suficiente agua, pero como había muchos árboles y sus hojas se habían caído y tenían cubierto todo el suelo, no se notaba en donde había agua, entonces el que bajó tuvo que juntar las hojas con los pies, para ver en donde había agua.

De pronto llegó a un lugar donde había muchísima hoja regada, como venia descalzo se dio cuenta que encima de las hojas estaba muy húmedo, entonces empezó a juntar las hojas hasta que vio donde nacía el agua, después bajó  otro poco y encontró un tercer lugar donde brotaba el agua, luego se regresó al cerro a avisar a los demás que había encontrado el lugar perfecto para asentarse. Al llegar, sus compañeros le preguntaron que cómo era el lugar donde iban a vivir, él les dijo que en ese lugar había muchas hojas regadas por eso hasta en la actualidad el nombre del pueblo es Solaga que en zapoteco quiere decir lugar de hojas regadas.

Los tres lugares en donde encontró que sí había bastante agua son: el primero es Bej Tin (Fuente de doña Cristina), el segundo Bej Bdua (pozo el chorrito) y el último es Bej Lhashe (pozo del llano). Estos lugares siguen existiendo hasta el día de hoy y están dentro de la comunidad; aunque hay que precisar que lo que antes eran algunos manantiales en su estado natural, hoy en día ya son depósitos en donde se va almacenando el agua y ahí es donde las personas se van a bañar o a traer agua. Desde entonces el pueblo permanece en este lugar, de ahí no ha ocurrido otro cambio de lugar.

Lo anterior es lo que recrea la tradición oral, ahora vayamos a una fuente documental que expresa:

Por una memoria formada el 8 de abril del año 1541 por Don Juan Martín Balachila, don Bartolomé Martín Yaloolaachi Yaxoza y don Bartolomé Martín Chiolana, consta que sus abuelos Bilapag Laguia, Yaavego, Bilacila y Yacila fueron los primeros fundadores, después fueron bautizados tomando los nombres de Balachila con el nombre de don Juan Martín Yiolana, con el nombre de Bartolomé Martín y Yaloolaachi Yaxoza el de don Bartolomé Martín quienes obtuvieron los títulos de caciques y fueron honrados con los nombramientos de gobernador y regidores del pueblo, en cuyo tiempo formaron a instancia de los frailes Bartolomé de Olmedo y Domingo Fiquinaca, el templo y demás edificios públicos. 

En otro documento se dice que nuestros antepasados vinieron de la población llamada hoy Zaachila Oaxaca, eran nómadas y andaban buscando o coleccionando frutas, el jefe de ese pueblo se llamo Yabelalag y su esposa se llamo Tiadelag. De ese matrimonio nacieron tres hijos los cuales fundaron Solaga, Zoogocho y Tabaa.

Volvemos a la tradición oral que es de suma importancia para lo que se expone:

Primero se establecieron en el cerro llamado, Cerro de las rocas Macizas, pero como había  animales feroces que se llevaban a los niños y además hacía mucho frío por eso no se establecieron en ese lugar. Después se pasaron al lugar llamado cerro enramado, llegó el tiempo de sequía,  escaseó el agua  y ya no hubo para la alimentación. Entonces se vinieron en este lugar, en el año 1200 fundaron Solaga, Solaga significa lugar de hojas regadas, Tabaa cuatro tumbas, Zoogocho lugar de pantano. Dicen que ya estaba fundado cuando llegaron los españoles a México.

Según cuentan los abuelos que antes hubo un señor que vivió en la parte Este de esta comunidad en donde hoy en día se conoce como Ya’ Xhoza. Este señor cuentan que se llamó Ya’ Xhoza y mientras estuvo en ese lugar trabajó, después de un tiempo cuentan que llegaron los Españoles a Solaga y fueron a buscar a este señor (Ya’ Xhoza). Ya que lo encontraron  le preguntaron como se llamaba este señor le dijo -me llamo Ya’ Xhoza, los españoles le pidieron que no se pusiera nombre tomado de la naturaleza, que buscara otro nombre, este señor se puso de nombre Juan Balachila y este señor cuentan que vino a vivir en este lugar y fue el que fundó el pueblo de San Andrés Solaga.

Hubo en aquel tiempo un anciano principal del pueblo que era muy respetado, todas las autoridades acudían a èl para consultarlo en cualquier problema en el pueblo y a el recorrían en tiempos cuando escaseaba  la lluvia, él iba al cerro para llevarle regalo a la madre naturaleza y ahí consultaba al Creador pidiendo la lluvia y lo hacia con tanta fe que, en el camino lo alcanzaba el aguacero y esa costumbre existe aun aquí en el pueblo para las personas que creen en dios nuestro creador.









viernes, 22 de julio de 2011

EL DISTRITO FEDERAL, VISTO POR SOUTHWORTH EN 1903...

Sale al público de nuestras prensas y talleres de encuadernación, la segunda edición del tomo DISTRITO FEDERAL, cuya primera sucedió en el lejano 1903...
La portada original diseñada por el movido publicista norteamericano J. R. Southworth, es de técnica llamada "cartonée", es decir "encartonada" ya que el forro impreso se pegaba a los cartones comprimidos, adquiriendo su forma, volumen y resistencia. Su apariencia es la siguiente:
El tono azul podría ser engañoso dado el acentuado nacionalismo con que hoy juzgamos al diseño del siglo XIX, pero de que era hermoso no cabría la menor duda. Además este forro hecho de una tela ahulada, seguramente de fabricación inglesa, daba un excelente contraste al grabado impreso en oro, que en nuestro lenguaje especializado se llama "dorado a fuego" o "hot stamping"...

La técnica consiste en imprimirle, mediante mucho calor y mucha presión, una capa de latón finamente molido y pulimentado, de modo que parece oro real. El libro original no ha perdido su brillantez, al contrario, el tiempo le puso una solera de gran elocuencia.

La pasta dura de este volumen cumplió su cometido: preservar las páginas que conforman el libro. El original solo tiene desprendido y rasgado el lomo, de media caña o redondo. Eso nos permitió observar cómo trabajaban la encuadernación en Inglaterra a fines del siglo XIX, pues usaban papel ya usado, de desperdicio, para hacer una suerte de "cartulina", ligeramente gruesa, un "sandwich" a base de adhesivos vegetales o "colas"... Así es que aquellos encuadernadores ya economizaban y sobre todo ¡reciclaban el papel de otras impresiones!

La solución tipográfica semicircular, la composición en tres niveles de los elementos gráficos y tipográficos, así como la elección de los colores, son clásicos recursos de la imprenta decimonónica. Lo único que la hace mexicana es la viñeta del águila liberal con las alas abiertas y vista de frente.

La tipografía del autor, colocada abajo a la derecha, también lo es y mantiene unos leves acentos art nouveau. En el lomo no aparece ningún elemento gráfico y tampoco en la contraportada. Las guardas eran un grabado con hojas de acanto que le dan primor neoclásico y algo de buena temperatura al libro.

Esta portada obedece al diseño general que empleó Southworth para todos los tomos que hizo para don Porfiro Díaz, pues recorrió varios estados de la República desarrollando este concepto publicitario y propagandístico.

El editor, Carlos Sánchez Silva, me dijo que en las ediciones originales los libros llevaban "camisa", que es ese pliego de papel que abraza al volumen y lo "viste", dándole una apariencia bibliográficamente elegante y llena de carácter. Dejó en mis manos resolver cómo iría y el resultado fue esta bella "camisa" impresa con los colores de la bandera mexicana levemente deslavados, intentando hacer que el tiempo agregara su pátina a esta segunda edición facsimilar. El resultado puede verse enseguida:


Hicimos uso del "dorado a fuego" y con la tecnología a nuestro alcance calcamos el "grabado" o "cliché" y lo colocamos de manera similar a la portada en cartoné. El orden de los colores de la bandera son los mismos que se usaron en la edición del tomo Oaxaca y Puebla que también hizo Southworth. Abajo se ve una borla roja, pero ese detalle sólo apareció en 5 ejemplares... fue una "cursilería" de mi parte para unos cuantos ejemplares, pero sin duda le da el toque que le faltaba para ser completamente afrancesada, porfiriana, del siglo XIX! La borla remata el listón separador que es muy útil, y que está hecha con un listón de tafetán del mismo color verde que ocupa la franja inferior de la "camisa".
La "camisa" se imprimió en un primoroso papel norteamericano llamado "Domtar", que contiene un porcentaje de fibras recicladas. Lo distribuye en México la Casa Pochteca.
Otro ángulo del nuevo libro, al que nosotros sí agregamos tipografía en el lomo es la siguiente:

Las "camisas" de las segundas ediciones facsimilares que se hicieron de otros estados podemos conocerlas en esta foto:
Que el lector juzgue si en Carteles Editores lo hicimos mejor...

He aquí un par de páginas de libro original, que nos ofrecen de inmediato un glamoroso"aire de época"


Esta nueva edición del tomo DISTRITO FEDERAL se debe al entuasiasmo de dos instituciones académicas que de esta manera siguen participando de los festejos bibliográficos por el Bicentenario de la Independencia nacional y el Centenario de la Revolución mexicana: Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Azcapotzalco y Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca, a través del Instituto de Investigaciones en Humanidades, de la cual es Director Carlos Sánchez Silva, historiador y autor del ameno ensayo introductorio de esta nueva edición, a quien le pediremos permiso para reproducirlo en próxima entrada...

Sus dimensiones del tomo son: 33 cm de alto por 26 cm de ancho. 234 paginas interiores, impresas en blanco y negro sobre papel couché semimate de 150 gr.
La primera edición salió de los talleres Blake & Mackenzie, Cromolitógrafos e Impresores establecidos en  Liverpool, Inglaterra.
El excelente trabajo de medios tonos o fotografías se debió al taller de Frank Vaughan LTD, ubicada en el número 50 de Lord Street, también establecidos en Liverpool...

Southworth contrató para hacer ilustraciones que adornan sus páginas nada más ni nada menos que a Julio Ruelas, quien además hizo una portadilla muy a su estilo, un tanto gótica y otro tanto lúgubre, con acentos mesoamericanos. Ruelas también diseñaba por aquellas fechas la Revista Moderna, una publicación absolutamente vanguardista en cuanto a diseño gráfico y contenidos literarios. Southworth le da sus merecidos créditos al Maestro Ruelas.

Para poder conservar la gama de grises de las fotografías de la primera edición, y no teniendo ya posibilidad de trabajar con las fotos originales de míster Southworth, que ojalá estén guardadas en alguna Universidad norteamericana o inglesa (quizás en Liverpool misma), hicimos un doble proceso de fotografía de cada página y de esta forma perdimos solamente un mínimo de detalles, contrastes y grises.

Desde el punto de vista del diseño gráfico, sus últimas páginas, compuestas de puros anuncios, son un deleite de formas, tipografías, viñetas y conceptos.  
Hacer esta edición facsimilar nos dejó una imborrable sonrisa en el rostro, a todos los que participamos, empezando por mis encuadernadoras...




lunes, 11 de julio de 2011

EL CONSTITUYENTE, el periódico y el misterioso periodista de Benito Juárez

Sale de nuestras prensas la edición facsimilar del semanario EL CONSTITUYENTE, que circuló por las calles,  plazas, mercados, oficinas, cuarteles, escuelas y logias masónicas desde el domingo 27 de abril de 1856 hasta el 28 de septiembre de ese mismo año.
Tan interesante periódico fue escrito, revisado, corregido, diseñado e impreso en el taller de Ignacio Rincón, por un misterioso letrado que respondía al nombre de José Indelicato.

La siguiente es su portada que le diseñamos:


Trata de darle el toque de la época. El original del que sacamos las fotografías, está en resguardo de la biblioteca Fray Francisco de Burgoa, en el ex convento de santo Domingo. Resulta curioso porque la imprenta donde se imprimió originalmente se ubicaba en el número uno de la antigua calle de santo Domingo, así lo dice uno de los pies de imprenta incluidos, así que más de cien años después la edición sigue rondando por el mismo barrio.

Como existen dos ejemplares que pertenecieron al famoso señor Candiani, un curioso ilustrado oaxaqueño que sirvió por muchos años al Instituto de Ciencias y Artes de Oaxaca, hoy Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca, fotografiamos en uno las páginas que le faltaban al otro y de esta manera tenemos un nuevo tomo de 240 páginas lo más completo posible.

El señor Candiani, si mal no recuerdo, también fue tipógrafo y hasta escribió un manual de tipografía en el siglo 19.

El lector que ingrese al conocimiento y pasión intelectual que desbordan las páginas reunidas, conocerá de cerca el pensamiento y el sentir del mismo Benito Juárez, pues fue él quien lo nombró como director de EL CONSTITUYENTE y apoyó su publicación siendo Indelicato el único redactor y director del mismo. No se explicaría jamás que este misterioso médico italiano hiciera y escribiera según sus caprichos, así que aquí está mucho del ideario del Benemérito.

Lo más interesante para el lector contemporáneo es que primero se empape con el tema introductorio escrito por los historiadores Carlos Sánchez Silva y Francisco José Ruiz Cervantes, pues ellos analizan el contexto, indagan en la vida y trayectoria intelectual –y vagabundeo– de Indelicato y nos ofrecen una visión crítica del asunto. 

Le solicité permiso al doctor Sánchez para reproducir su texto, que anexo a continuación, para deleite de todos los interesados en el periodismo de ideas, en la llamada antiguamente "prensa de combate", en el pensamiento y en el sentimiento de los liberales radicales que fundaron la segunda república mexicana.

El Constituyente,
y la cultura política popular
en Oaxaca

La emisión de las ideas por la prensa debe ser
tan libre, como es libre en el hombre la facultad
de pensar.
Benito Juárez


(Inculcar el credo liberal entre los) […] habitantes de
nuestros pueblitos y que las palabras libertad,
igualdad, gobierno, culto, religión & c., no serán mas
griegas... y que no puedan dejarlo caer en ningun
error, ni inducirlo en falta alguna...
José Indelicato, El Constituyente, Oaxaca,
27 de abril de 1856.

Carlos Sánchez Silva
y
Francisco José Ruiz Cervantes,
Instituto de Investigaciones en
Humanidades de la UABJO

I. Los periódicos oficiales en el estado de Oaxaca: los antecedentes de El Constituyente
Al expedirse la primera constitución política del estado libre y soberano de Oajaca,1 el 10 de enero de 1825, en el capítulo relativo a la formación de las leyes, se estableció que después de que el gobernador recibiera una ley aprobada por el poder legislativo debería publicarla solemnemente en el lapso de “tres días útiles” (artículo 118). Luego, más adelante, entre las facultades del titular del Poder ejecutivo estatal estaba la de publicar y ejecutar las leyes, decretos órdenes provenientes del gobierno federal, haciendo lo propio con las disposiciones sancionadas por el congreso oaxaqueño (art. 142).2
Para cumplir con tales encomiendas, los sucesivos gobiernos estatales se dieron a la tarea de imprimir folletos en los que reprodujeron las legislaciones emanadas de su poder legislativo, razón por la cual buscaron la forma de adquirir en el extranjero aparatos de impresión modernos que sustituyeran a la limitada capacidad tecnológica de la imprenta colonial de tipos de madera en posesión del padre José María Idiáquez. Posteriormente se fundó una publicación oficial y hacia 1850 apareció el primer tomo de una recopilación en forma de Leyes, decretos y circulares emitidas por el poder Ejecutivo.
En la nómina de publicaciones periódicas oaxaqueñas correspondientes a la primera mitad del siglo XIX, la primera que ostenta el subtítulo de periódico oficial del gobierno del estado de Oaxaca y posteriormente del departamento del mismo nombre, corresponde a El Regenerador, impreso por el tipógrafo Antonio Valdés y Moya, en su taller ubicado en la Plazuela de Santo Domingo en la “Verde Antequera”. El Regenerador fue el primer periódico local que ostenta el subtítulo antes citado, pero esa función de publicar los textos de leyes, reglamentos, acuerdos, circulares a nivel estatal fue asumida previamente por el bisemanal Cartas al Pueblo (“Mihi cura futura”.-Ovidio) que circuló en Oaxaca entre 1827 y 1828, a cargo del abogado centroamericano Miguel de Larraynaga y por El Oajaqueño Constitucional, (1830-1831) también de periodicidad bisemanal, de cuatro páginas, elaborada en la imprenta del gobierno a cargo Juan de Oledo.3
El Regenerador como publicación oficial cubrió la década de los treintas y la primera mitad del decenio siguiente, prácticamente de las postrimerías de la primera república y todo el régimen centralista, y además de ser impreso por el tipógrafo Valdés y Moya estuvo a cargo de Ignacio Rincón, otro de los más destacados representantes locales del arte de la impresión. En 1844, la frase que abría su lectura en la primera de cuatro páginas era de Segur, que a la letra decía: “La libertad no puede marchar sin prudencia, ni vivir sin virtudes”.
Tras El Regenerador, los sucesivos periódicos oficiales oaxaqueños reflejan en sus títulos las coyunturas políticas por las que atravesaba el país en las vísperas o ya estallado el conflicto armado con los Estados Unidos de América. Así nos encontramos con La Voz de la Patria (1845-1846) elaborado por Ignacio Rincón; La Unión Nacional (1846) que de periódico del Departamento pasó a ser nuevamente periódico del Estado de Oaxaca, cuando se restauró el régimen federal en medio de la invasión yanqui en 1846.4 A este bisemanal (aparecía los martes y los sábados) le sucedió El Triunfo de la Libertad (agosto de 1846-junio de 1847) y luego La Esperanza de la Nación (1847), La Nueva Era Constitucional (1847); y El Espíritu de la Independencia (1847) que nuevamente incorporaba como parágrafo otra frase de Segur, que dice: “El amor de la patria no conoce obstáculos, en donde existe obra prodigios”, sentencia muy pertinente en momentos en que buena parte del país, incluida la Ciudad de México, estaba ocupado por las tropas estadounidenses. En ese momento el titular del poder ejecutivo estatal era el licenciado Benito Juárez y el impresor de todas esas publicaciones oficiales fue Ignacio Rincón. Pero durante la mayor parte del periodo de gobierno juarista (1848-1852) e incluso posteriormente, el título del periódico oficial fue La Crónica, “periódico del gobierno del estado libre de Oaxaca”. Ese vocero oficial creció pues pasó del tamaño de una hoja oficio a un gran formato impreso a varias columnas. Otro hecho característico fue que con frecuencia la nota principal la constituían los informes de los exámenes de diversas escuelas oaxaqueñas, la Lancasteriana, el Colegio Comercial o las de segunda enseñanza ubicadas en Tlaxiaco y Tehuantepec, respectivamente.5
El triunfo del llamado Plan de Jalisco significó en Oaxaca como en otras partes del país, el retorno del régimen santanista, el desplazamiento y detención de diversos integrantes del partido liberal, entre ellos Benito Juárez, expulsado del país. Mientras los aliados locales de Santa Anna despachaban en el Palacio de los Poderes, el nombre del periódico oficial cambió al neutral Periódico Oficial del Gobierno de Oaxaca, de tamaño tabloide, impreso también por Ignacio Rincón. Al triunfo del Plan de Ayutla y con el regreso a territorio oaxaqueño de Benito Juárez, a la sazón gobernador interino y comandante de las fuerzas militares del estado de Oaxaca,6 el bisemanal oaxaqueño cambió de nombre y tomó el sugestivo título de El Libertador (1856). No obstante que se redujo de tamaño de manera considerable siguió estando bajo la impresión en el taller de Ignacio Rincón, pero este no sería el título definitivo, así que en la edición correspondiente al 22 de abril de 1856, el joven liberal Justo J. Benítez suscribe un aviso por el que informa que a partir del 27 del mismo mes, ese periódico dejaba de aparecer y que el periódico oficial oaxaqueño saldría a la luz pública bajo otro título.
II. Los vientos de cambio político y el nuevo orden constitucional: el caso de El Constituyente

El cambio radical en la manufactura tradicional del periódico oficial del gobierno del estado de Oaxaca sucedió en abril de 1856, cuando no sólo cambia su nombre de El Libertador a El Constituyente, y se dejan de publicar en este último Leyes, Decretos y Circulares, optándose por convertirlo en un periódico exclusivo de línea política para educar al “pueblo”. Dos personajes son centrales en este suceso: el primero de ellos, don Benito Juárez, en su calidad de gobernador interino; el otro fue el médico italiano, José Indelicato.
Primero, veamos, sucintamente, quién era Juárez en estos momentos. Gracias a sus brillantez excepcional como alumno del Seminario de la Santa Cruz y en el Instituto de Ciencias y Artes del Estado de Oaxaca, su ejercicio profesional como abogado, a los “padrinazgos políticos” recibidos y a la formación de su propio grupo político, el indio de Guelatao no sólo había descollado en diversos cargos en el ramo judicial en los años de 1832 a 1843, sino que a la par ocupado los más variados puestos tanto de elección popular como de alta jerarquía política: regidor del cabildo citadino, diputado local, diputado federal, miembro de un triunvirato encargado del poder ejecutivo, gobernador interino y constitucional, ministro de Justicia y Negocios Eclesiásticos en el gobierno federal.7
Precisamente, cuando Juárez retorna al terruño en 1856, se le comisiona para poner orden político, administrativo y militar en Oaxaca. En suma, para esta época, el indio de Guelatao era el líder del grupo liberal oaxaqueño y ya había dado muestras de su hechura política para destacar en la arena nacional al haberse sumado a quienes encabezaron el Plan de Ayutla, reformado en Acapulco, y que en esos momentos comandaban el nuevo proyecto de gobierno liberal en el país.
Al regresar en 1856 como encargado del poder ejecutivo a la “patria chica”, don Benito venía, no cabe la menor duda, con un objetivo claro: implementar las tareas que había dejado en el tintero en sus pasadas administraciones al frente del ejecutivo local. Una de ellas era, precisamente, crear un órgano de propaganda política impresa y qué mejor que valerse del periódico oficial para difundir “popularmente” en tierras oaxaqueñas el credo liberal y el nuevo orden constitucional que se estaba fraguando en la República Mexicana.
El personaje central en la creación y manufactura de El Constituyente fue el doctor José Indelicato. La primera mención sobre este singular personaje en tierras oaxaqueñas es del 10 de mayo de 1855, cuando en un aviso periodístico hacía un resumen de su vida con estas palabras:

Aviso. A los enfermos. JOSÉ INDELICATO, antiguo discípulo de las escuelas de Nápoles y París; doctor en medicina de la Universidad de Palermo, residente en la América española desde el año de 28 y sucesivamente agregado á las facultades médicas de Brasil, Buenos Ayres, Chile, Perú, Ecuador y MÉXICO, donde fué recibido en 1842, autor de varios opúsculos médicos; tiene la honra de ofrecer sus servicios profesionales á los enfermos de esta capital y esta pronto a trasladarse á cualquier punto del Departamento que no esté muy distante de su centro, para encargarse de la asistencia médica del enfermo que lo necesite.
Vive en la Calle del Gigante enfrente del relox de San Felipe.8

Posteriormente informa que se ha mudado a la calle de Larrazábal, casa número 4 y que atiende sus consultas a partir de la siete de la mañana.9 Pero desconocemos la fecha exacta en que llegó a la “Verde Antequera”.
Mientras el inicio de su vida en Oaxaca es un misterio, no sucede lo mismo con los antecedentes de su arribo a tierras americanas, como él lo refiere en la nota que citamos líneas arriba. Este médico italiano llegó a tierras sudamericanas al final de los años 20 del siglo XIX, primero llegó a Río de Janeiro y luego se radicó por un tiempo en Buenos Aires. Debido a su talento e ideas, se abrió camino en el mundo político chileno, razón por la cual se le encomendó la redacción de la sección política del periódico oficial de este país del cono sur, titulado El Araucano.10 Posteriormente, vivió en Perú y Ecuador. Llegó a tierras mexicanas en 1841, vía el puerto de San Blas; se radicó por unos años en suelo jalisciense, donde participó en diversos periódicos y revistas que incluyen la dirección del Periódico Oficial del Departamento de Guadalajara en 1842, el semanario El Socialista. Semanario doctrinario, que apareció en San Juan de los Lagos en 1849 y La Revista. Semanario literario y político en 1851; después de 1851 no se tienen noticias de Indelicato en Jalisco.11 Es hasta 1855 cuando aparece la primera referencia de que este inquieto médico italiano se hallaba ejerciendo su profesión en la capital oaxaqueña.
Sobre la relación directa entre Juárez e Indelicato, todo indica que éste último ya se encontraba radicando en la ciudad de Oaxaca cuando don Benito retornó al terruño para hacerse cargo de manera interina del ejecutivo estatal el 10 de enero de 1856; sin embargo, llama la atención que no exista registro directo de cómo entablaron su acercamiento. Incluso, se puede señalar que el indio de Guelatao respaldó desde sus primeros momentos como gobernador una política liberal-progresista dejando evidencia de cómo se valió de las virtudes de algunos extranjeros ilustres: en 1848 contrató los servicios del ingeniero Antonio Conde Diebitech de Sabal-kanski para que levantaran los planos donde se describirían los terrenos, sus pueblos, haciendas, ranchos, con sus linderos respectivos, sus montes, ríos, lagos, mares y monumentos especiales, “…(mi gobierno) no ha vacilado en aprovecharse de los conocimientos de un hábil extranjero que ha ofrecido emprender esta obra…” Si bien este personaje no terminó la obra encomendada, sí dejó constancia de su trabajo con un plano detallado de la ciudad de Oaxaca que entregó a don Benito en 1848 y coordinando también los caminos carreteros en la Cañada oaxaqueña; en 1857 facilitó los trabajos para que Enrique Nassos de Lafond, funcionario del gobierno federal de Comonfort, fuera comisionado a Oaxaca para elaborar la estadística del estado, misma que se encuentra de forma manuscrita en el Instituto Nacional de Antropología e Historia.12 Pero en el caso de Indelicato, no obstante que en el año de 1856 utilizó sus oficios para “modernizar” la cultura política popular entre los oaxaqueños, no hemos encontrado, hasta el momento, evidencias directas de esta relación.
En cuanto a la historia propia de El Constituyente, como lo señalamos líneas arriba, la referencia inicial de que el órgano oficial del gobierno cambiaría su nombre se da el 22 de abril de 1856, cuando su antecesor, El Libertador, comunica que con fecha 27 de abril de este año “…el periódico oficial se publicaría bajo otro título…”13 Todo parece indicar que Indelicato puso sus condiciones para hacerse cargo del nuevo órgano oficial del gobierno, una de ellas que él fuera el único y exclusivo artífice de este proyecto juarista. Nosotros nos inclinamos por la conjetura de que varios personajes que antes colaboraban asiduamente en este tipo de publicaciones, tales como los licenciados Cenobio Márquez, Juan Nepomuceno Cerqueda, Juan Bautista Morales y Justo J. Benítez, manifestaron su descontento sobre las pretensiones del médico italiano. Los detalles de este asunto no son del todo claros, pero el nuevo periódico salió en su primer número el 27 de abril de 1856 y la evidencia histórica es que Juárez apoyó la principal petición de Indelicato.14
¿Cuál fue el resultado de este pequeño de-saguisado entre el círculo de liberales oaxaqueños? La existencia de un periódico oficial único en México en su género y escrito totalmente por un solo hombre: José Indelicato.15 Con un tamaño de 33 por 20.5 centímetros se publicaron 45 números entre el 27 de abril y el 28 de septiembre de 1856, más los alcances respectivos. Destacamos que es único en su género porque hasta donde llegan nuestros conocimientos actuales, no tenemos referencia de que en nuestro país un periódico oficial de la época se haya convertido intencionalmente en un órgano para tirar línea política exclusivamente. Si bien en el ámbito oaxaqueño los antecesores órganos oficiales del gobierno incluían artículos de opinión, en su mayoría daban a conocer las leyes, decretos, circulares y noticias oficiales, con la aparición de El Constituyente el escenario es completamente diferente.
Desde el inicio se fijan los derroteros que seguiría este nuevo órgano oficial del gobierno juarista. En el primer número del 27 de abril de 1856 se incluye un texto titulado “Introducción y programa”, donde se fijan las metas de esta publicación: 1) a raíz del triunfo del Plan de Ayutla, se debe dar al país un orden constitucional que lo ponga a la altura de los grandes países. Para ello utiliza las palabras que Burke pronunció en el Parlamento británico al estallar la revolución francesa a fines del siglo XVIII y que ha utilizado recientemente en Alemania la escuela histórica del derecho; de no hacerlo, reitera, el país vivirá en la barbarie, con el riesgo de que: “Si México no se pone con prontitud al nivel de los pueblos mas liberales de la tierra en el arte de gobernarse, los Estados-Unidos del Norte lo llevarán forzosamente en su órbita; ó por servirnos de otro simil, lo harán sufrir todos los tormentos del lecho de Procuste. Sirva esto de aviso saludable á los que adolecen en la política constituyente de sobrada y mal entendida timidez”; 2) para el caso de Oaxaca, dice que aunque se use el término de “pueblo” como depositario último de la soberanía y garante de la república es el último en ser tomado en cuenta. Por ello, señala que la educación política del pueblo es fundamental en esta coyuntura. Ante tal estado de cosas, precisa que hará el recuento de grandes republicanos y de temas fundamentales de la política, con la mira de que tengan claro a lo que se refiere cuando se hable de “...gobierno democrático representativo federal que debe regirnos”. Para rematar con estas palabras: la necesidad de hacer accesible los principios del credo liberal a los “habitantes de nuestro pueblitos y que las palabras libertad, igualdad, gobierno, culto, religión & c., no serán mas griegas... y que no puedan dejarlo caer en ningun error, ni inducirlo en falta alguna”, por medio de una sección en el periódico oficial titulada “POLÍTICA POPULAR. A nuestros hermanos de los pueblitos del Estado”; 3) finalmente, deslinda muy claramente que los actos y decretos de gobierno se publicarán aparte, dejando al Constituyente la inclusión completa de temas de actualidad y trascendencia política en México y en el mundo. El encargado exclusivo de todo el proyecto sería José Indelicato.16
Una vez fijada la línea editorial, abordemos, a guisa de ejemplo, algunos de los temas que se trataron en la sección de “POLÍTICA POPULAR”. En la primera entrega se discuten los siguientes temas: “DEL GOBIERNO, DE LAS LEYES Y DE LA LIBERTAD”, en el que con un lenguaje sencillo se trata de dar explicación de lo que son las tres partes arriba citadas. Su presentación es más que sintomática: “Habéis oido hablar siempre del gobierno, y muchos de entre vosotros muy bien saben lo que es, mas nadie os ha dicho hasta ahora lo que debe ser”. Después pone un ejemplo de cómo surgieron las leyes y el bien común: “No podían obrar de común estas primeras familias que formaron la primera tribu, sin hacer entre ellas, á gusto de todos, el arreglo de lo que era necesario que cada uno de los individuos hiciese, para contribuir al fin comun. Cualquiera de los arreglos se llamó ley. Traeremos algunos ejemplos”. Posteriormente señala: “El conjunto de aquellos que han sido nombrados para alcanzar en todo el cumplimiento de la voluntad general, se llama gobierno. El gobierno es el ejecutor de las leyes ó voluntad de todos los que forman la sociedad. Sabréis enseguida cuáles son los nombres que toman en las varias circunstancias que lo acompañan. [...] Más ¿cómo puede suceder que algunos no quieran someterse a la voluntad de todos? Esto se refiere á las dos principales clases de libertad, la natural y la civil, como la explicaremos enseguida”.17
La segunda nota de la Política Popular aparece hasta el número 5 y se refiere a “Gobierno, leyes, libertad”, precisando que es la continuación de lo tratado en el número 2 del periódico. En esta entrega, discurre sobre las dos clases de libertad: la natural y la civil.18 En el número 6 aparece la 3ª. nota de la Política Popular, titulada “Gobierno, leyes, libertad (continuación de lo tratado en los números 2 y 5), en cuyo contenido se abordan las tres formas de gobierno: aristocrático, monárquico y democrático, que presenta la historia de casi todas las sociedades que han existido.19
Otro tema fundamental que se aborda en las páginas de El Constituyente se refiere a divulgar popularmente el proceso por medio del cual nuestro país se daría una nueva “Carta Magna” y Oaxaca, la que la regiría en su orden interno. En el número 15 se anota sobre el particular:

LA CONSTITUCIÓN. Diéramos apenas principio á la redacción de este periódico, cuando prefijamos su objeto, que ya traslucía por su mismo título, de contribuir en cuanto nos fuera posible; Pro parte virium; a la grande obra de la Constitución de la República; lo que no fuera de otro modo posible que acompañado con nuestros muy limitados trabajos y escasas luces, en sus grandes y sublimes tareas, al soberano congreso constituyente.20

Cuatro números después, Indelicato refiere que por instrucciones del mismo gobernador, don Benito Juárez, este órgano oficial difundirá en todo lo que sea posible los pormenores del nuevo orden constitucional.21

III. Epílogo: el triste final de un gran proyecto

Cuando Benito Juárez fue gobernador del estado por última ocasión en el bienio 1856-1857, promulgó en suelo oaxaqueño tanto la constitución federal como la local en este último año. La “Carta Magna local” fue decretada el 15 de septiembre de 1857; sin embargo, la labor para crear las condiciones de aceptación del nuevo orden constitucional por medio de la prensa oficial había terminado casi un año antes: el 28 de septiembre de 1856, cuando en las mismas páginas de El Constituyente se informaba que este singular periódico llegaba a su fin.22 La conjetura más simplista de esta abrupta decisión es que había cumplido su objetivo al crear las condiciones para que la sociedad oaxaqueña “aceptara el nuevo orden constitucional” y, por ende, no tenía sentido seguirlo publicando. En sustitución de él surgió La Democracia.23
Sin embargo, queda la duda si en esta decisión tuvo que ver, en primer lugar, el carácter beligerante del mismo Indelicato. Existen evidencias que el médico italiano era de “armas tomar” y que en casi todos los lugares donde residió sus discusiones y alegatos propios del ejercicio profesional de la medicina24 y del orden civil25 fueron “pan de cada día”. Por cierto, algunos de ellos se ventilaron en el orden judicial.
En segundo lugar, el hecho de que el círculo liberal cercano a Juárez aprovechara cualquier coyuntura para sugerirle que le diera las gracias a este controvertido médico italiano por los servicios prestados a la causa liberal. Evidencias que abonan esta última línea de interpretación es que ningún historiador oaxaqueño del que tengamos registro ha mencionado esta etapa singular del periódico oficial oaxaqueño y mucho menos hace referencia a José Indelicato.26 Por si esto no fuera suficiente, el mismo Indelicato en la nota titulada “EL PROYECTO DE CONSTITUCIÓN”, dice que el gobernador del estado, Benito Juárez “...deseoso de que se difunda cuanto fuere posible el proyecto de constitución, ha ordenado se publique en el cuerpo mismo del Constituyente, para ser remitido con profusión á todos los pueblos”.27 Hecho que no se pudo cumplir cabalmente al terminar antes de lo previsto la publicación de este periódico.28
Poco sabemos de Indelicato al dejar la dirección de El Constituyente; según queda registrado en el último número de este periódico, volvió a ejercer su profesión en la capital oaxaqueña, pero con el tiempo su presencia se diluye, como si se lo hubiera tragado la tierra. Tampoco sabemos si emigró a otros lugares del país, quizá a la Ciudad de México o si regresó al viejo continente o a tierras sudamericanas. Ni la fecha de su muerte. Bien podemos decir que, según las evidencias con las que contamos, así como llegó, despareció de Oaxaca. Pero su herencia escrita la podemos seguir a través de las páginas del periódico que ahora publicamos en edición facsimilar29 y, se esté o no de acuerdo con sus ideas, la verdad que reeditarlo es una muestra fehaciente de la relación estrecha de un estadista en ciernes, como lo era Juárez en esta etapa de su vida, y de don José Indelicato, personaje que había corrido la milla tratando de hacer universal el pensamiento político moderno30 y de este proyecto conjunto por modernizar la cultura política popular en Oaxaca.

1 En el siglo XIX era común escribir con “j” la palabra Oaxaca. Tres de los primeros periódicos que podemos ubicar como el antecedente inmediato de los periódicos oficiales llevaban los nombres de El Oajaqueño Libre (1829-1830), El Oajaqueño federalista (1830-1831) y El Oajaqueño Constitucional (1830-1831).
2 Véase Constitución política del estado libre de Oajaca del 10 de enero de 1825 en Carlos Sánchez Silva & Francisco José Ruiz Cervantes, Las constituciones políticas de Oaxaca, México, UABJO-Congreso del estado de Oaxaca/LVII Legislatura, 2001, pp. 83 y 87-88.
3 Véase Carlos Sánchez Silva & Francisco José Ruiz Cervantes, Catálogo de la hemerografía de Oaxaca, México, CONACYT-Universidad de Guadalajara, 2005, pp.10-12.
4 “Decreto que “Declara que la voluntad del Estado es regirse por la Constitución de 1824”, de fecha 28 de agosto de 1846 en Colección de Leyes y Decretos del Estado de Oaxaca, 1823-1850, t. I, Oaxaca, Gobierno del estado de Oaxaca, 1909, p. 454.
5 Confróntese Sánchez Silva & Ruiz Cervantes, Catálogo…, pp. 13-16 y Sánchez Silva y Ruiz Cervantes, “La imprenta y la prensa en Oaxaca, siglos XIX y XX” en Celia del Palacio (compiladora), Historia de la prensa en Iberoamérica, México, Universidad de Guadalajara-Universidad de Colima-Universidad de Guanajuato-El Colegio de Michoacán, 2000, p. 27.
6 El Libertador, Periódico del gobierno del Estado de Oaxaca, Oaxaca, 22 de enero de 1856.
7 Véase al respecto Carlos Sánchez Silva y Luis Alberto Arrioja Díaz-Viruell, “Benito Juárez: los años de formación, 1808-1857” (en prensa).
8 Periódico Oficial del Gobierno de Oaxaca, Oaxaca, 10 de mayo de 1855.
9 El Libertador. Periódico del gobierno del estado de Oaxaca, Oaxaca, 8 de abril de 1856.
10 Fundación de La Casa de Bello, Bello y Chile: Tercer Congreso del Bicentenario, Comisión Nacional para la Celebración del Bicentenario de Don Andrés Bello, Publicado en 1981, Santiago de Chile,Fundación la Casa de Bello, p. 405 y Jorge Huneeus y Gana, Cuadro histórico de la producción intelectual de Chile, s.p.i., 1908, p. 376. Por su parte, Ramón Briseño en su Estadística bibliográfica de la literatura chilena, Santiago de Chile, Universidad de Chile/Imprenta chilena, 1879, en la página 383 registra a Indelicato con dos obras de su autoría.
11 Juan B. Iguiniz,El periodismo en Guadalajara, 1819-1915, Guadalajara, Universidad de Guadalajara, 1955, pp. 67-70 y Celia del Palacio, Catálogo de la hemerografía de Jalisco, México, UdeG-CONACYT, 2006, p.11.
12 La información de Diebitech de Sabalkanski en Juárez, Exposición que en cumplimiento del artículo 83 de la Constitucióndel estado hace el gobernador del mismo al soberano Congreso al abrir sus sesiones el 2 de julio de 1848, Oaxaca, Impreso por Ignacio Rincón, 1848, p. 16 y Archivo General del Estado de Oaxaca/Fondo Benito Juárez (en adelante: AGEO/FBJ), 29 de agosto de 1849, expediente 20 y 12 de abril de 1850; la de Nassos de Lafond en La Democracia, Oaxaca, 18 de diciembre de 1856.
13 El Libertador. Periódico del gobierno del Estado de Oaxaca,Oaxaca, 22 de abril de 1856. El primer número de este periódico apareció el 22 de enero y el último el 22 de abril de 1856.
14 El Constituyente, Oaxaca, 28 de septiembre de 1856.
15 Todo indica que Indelicato también participó en la manufactura del primer catecismo político oaxaqueño que se publicó en 1857 y reeditado en 1867. En uno de sus artículos publicados en El Constituyente, propuso la necesidad de elaborar un catecismo de esta naturaleza para la formación de los ciudadanos. Amén de que si uno compara la sección de “política popular” de El Constituyente y las lecciones del Catecismo, encontrará muchas semejanzas tanto en la argumentación como en la sencillez del lenguaje utilizado. Véase “De la instrucción pública” en El Constituyente, Oaxaca, 29 de mayo de 1856 y Carlos Sánchez Silva [coordinador], Educando al ciudadano: los catecismos políticos oaxaqueños del siglo XIX, Oaxaca, UABJO-Carteles Editores, 2008.
16 Durante la existencia de El Constituyente de forma paralela pero separada las leyes, decretos y circulares se publicaron bajo el nombre de Suplemento de Actos y Decretos Oficiales. Las citas del programa en El Constituyente, Oaxaca, 27 de abril de 1856.
17 El Constituyente, Oaxaca, 1 de mayo de 1856.
18 El Constituyente, Oaxaca,11 de mayo de 1856.
19 El Constituyente, Oaxaca, 15 de mayo de 1856.
20 El Constituyente, Oaxaca, 15 de junio de 1856.
21 El Constituyente, Oaxaca, 19 de junio de 1856.
22 Pocos periódicos avisan que llegan al final de su existencia. En el caso que nos ocupa se señala: “El que se suscribe ha dejado la redacción del periódico oficial. JOSE INDELICATO”. “FIN DEL CONSTITUYENTE. Por los artículos sin firmar.- JOSE INDELICATO”. Véase El Constituyente, Oaxaca, 28 de septiembre de 1856.
23 Este periódico apareció con el subtítulo de Periódico del Gobierno de Oaxaca en los años que corren de 1856 a 1859.
24 Sobre sus discusiones médicas, véase las siguientes obras: José Indelicato, De la serosidad del abuso del panquimagogo, y de los casos en que puede ser útil administrarlo, Santiago de Chile, Imprenta Nacional,1834; José Indelicato, Francisco Martínez, Extracto de un juicio criminal y noticia de las piezas originales que se hallan en la botica de la calle del Estado, para que todos puedan examinarlas y servir de refutación a un libelo infamatorio ... por mandado de ... el Dr. D. Francisco Martínez, Santiago de Chile, Imprenta de la Independencia, 1834; Ultima prueba de la inocencia del Doctor Indelicato, horriblemente calumniado ante el publico por el infame andaluz don Francisco Martínez, residente en Córdoba [A] en la República Argentina, Santiago de Chile, Imprenta Nacional, 1834; Juan Bautista Paz, Refutación del libelo publicado en Chile por José Indelicato en marzo 17 de 1835 bajo el epígrafe Relación de una horrorosa calumnia, Tucumán, [s.n.], 1835; Pablo Cabrera, La segunda imprenta de la Universidad de Córdoba adquirida por suscripción, Córdoba, Argentina, Imprenta Universitaria, 1930. En la página 72 se incluyen las breves reflexiones del doctor Francisco Martínez Doblas sobre el juicio criminal que en la ciudad de Mendoza se siguió hasta su sentencia final en contra don Zacarías Lemus a solicitud del italiano José Indelicato; José Indelicato,Relación de una horrorosa calumnia, París, Imprenta de Chapelet, 1837, 4ª. edición; José Indelicato, Ensayo sobre el Mercurio Dulce, y sobre el abuso que se hace de este remedio en la América del Sud, Lima, Imprenta de Masías, 1837; José Indelicato, Refutación de un informe del doctor don J. Gastañeta, diputado evaluador del gremio de médicos: al señor jeneral prefecto, dirijido á demostrar que los profesores de medicina estranjeros deben pagar el maximum de la contribución sobre este ramo de industria; y que por lo mismo, perteneciendo a á esta clase de médicos el doctor don José Indelicato, cualesquiera que sean sus circunstancias particulares, debe ser comprendido entre los que pagan patente de primera [sic] clase, á pesar de su reclamo; al que, en virtud del dicho informe, se decreto ó no haber lugar, Lima, Imprenta Constitucional por G. Villero, [1838]; José Indelicato, Nuevas reflecsiones sobre el reglamento de enseñanza médica, actualmente en uso en Guadalajara: para servir de contestación al numero 76 de la Gaceta del Gobierno de Jalisco, Guadalajara, Imprenta de Brambila, 1841; Antonio Escoto, Contestación del Jalisciense a las Nuevas reflecsiones que sobre el reglamento de la enseñanza medica publicó el autor del Aviso, Dr. Indelicato, Guadalajara, Imprenta del Gobierno,1841; José Indelicato, De la hydrotherapia, o del uso medico del agua fria: Sus ventajas y sus peligros, para servir de introducción a un tratado completo de medicina popular, fundado esclusivamente sobre el uso del agua, México, Imprenta de Rafael Rafael, 1849, 2a. edición.
Por otra parte, en su libro Historia de la medicina chilena (Santiago de Chile, Fundación Andrés Bello, 1995), Ricardo Cruz Coke señala en las páginas 291-292 que por los años 20 del siglo XIX las polémicas médicas fueron el pan de cada día. Por ejemplo, en 1828 el médico Arturo Blest publicó su obra Ensayo sobre las causas más comunes y activas que se padecen en Santiago de Chile, donde describe las precarias condiciones de salud pública en la capital chilena. Sus argumentos fueron refutados por Indelicato en un artículo que salió a la luz pública en diciembre de 1834 en el periódico El Mercurio de la ciudad chilena de Valparaíso.
25 Al respecto, consúltese: José Indelicato, Reclamo al Excmo. Gobierno, del Dr. D. José Indelicato, por denegada justicia: en un decreto del Sr. Jeneral Prefecto de este departamento, fecha 5 del corriente, publicado en el Eco del Norte el 7 del mismo mes, al que siguio ó el dia despues, en virtud, de una clausula del mismo decreto, una oposicion de la Policia á que el dicho doctor obtuviese el pasaporte que habia pedido para pasar al Ecuador, Lima, Imprenta de José Masias, 1838, 8 pp. e Ignacio Garzón, Crónica de Córdoba, Córdoba, 1a. ed., Editorial La Minerva, 1901. En la página 415 se registra la controversia entre el doctor en medicina don José Indelicato y don Juan Mesa, sobre cierta cantidad de pesos que le cobra el primero al segundo.
26 Por ejemplo, Iturribarría en su Historia de Oaxaca del periodo 1855-1861 no hace referencia a tal tema. Véase Jorge Fernando Iturribarría, Historia de Oaxaca, tomo II, 1855-1861, Oaxaca, gobierno del estado de Oaxaca, 1982. En particular, los capítulos II-VII.
27 El Constituyente, Oaxaca, 29 de junio de 1856.
28 Véase El Constituyente, Oaxaca, 29 de junio de 1856, No. 19.
29 Agradecemos a la doctora María Isabel Grañén Porrúa, directora de la Biblioteca Fray Francisco de Burgoa, las facilidades para digitalizar este periódico bajo su resguardo.
30 A guisa de ejemplo, damos una breve lista de los autores que Indelicato menciona en sus escritos en este periódico: Dante, Petrarca, Sismondi, Montesquieu, Platón, Licurgo, William Penn, los jesuitas del Paraguay, algunos socialistas, William Blackstone, Nicolás Maquiavelo, Santo Tomás, Locke, Condillac, Antoine Louis Destutt de Tracy, Benjamín Constant, Phédre (Jean Racine), Prudhon, Tocqueville, Luis Blanc, Alexandre-Auguste Ledru-Rollin, Virgilio, CaetanoFilangieri, Polibio, Alphonse de Lamartine, Jean de La-Bruyere, entre otros. Llama la atención el hecho de que Montesquieu sea citado profusamente por Indelicato y que el epígrafe del primer catecismo político oaxaqueño sea de este mismo autor: “Es necesario todo el poder de la educación en el gobierno de los pueblos”, Montesquieu, Espíritu de las leyes, tomo 1º, libro 4º, capítulo 5º, p. 52, lo que refuerza la idea que este personaje también participó en su elaboración. Al respecto, véase Sánchez Silva (coordinador), Educando al ciudadano…, p. 34.