Se cumplieron diez años del fallecimiento de don Néstor Sánchez Hernández, fundador de Carteles del Sur (1965-1987), diario en el que me formé como periodista y editor, nada menos que bajo la tutela y dirección de mi padre, don Néstor.
Él tuvo una vida muy interesante, llena de peligros, audacias, ideales y amigos.
Pese a su muy modesto origen social –hijo de un comerciante viajero y una campesina– halló a muy temprana edad el valor y el gusto por las letras, mientras asistía a las entonces muy rústicas escuelas oficiales donde le enseñaron las primeras letras bajo el Método Lancasteriano.
Este método consiste en que el alumno más adelantado ayuda al más atrasado, repasando con él las lecciones, tomándole la lectura, llevándole la mano para que la soltara y escribiera. De esta forma se volvía un auxiliar del maestro y la ganancia en el aprendizaje se aceleraba. De ese método siempre se sintió deudor don Néstor.
¿Qué leía?
Al revés y al derecho los pocos libros de que disponía el profesor... el catecismo del padre Ripalda... la Biblia y los pedazos de periódico con los que envolvía la mercancía que despachaba desde el mostrador donde trabajaba desde muy temprana edad.
La lectura de la prensa, de los "monitos", de sus anuncios, le marcaría para siempre. Fue un devoto de la prensa escrita toda su vida, es decir, de las letras impresas sobre el papel, pero sobre todo de las ideas que ellas contenían.
De esta forma tenemos que su carácter se forma con dos criterios muy claros para la redención del individuo: el valor de la educación –aunque fuese elemental– y el de la letra impresa, ambas como las caras de una sola moneda.
Al cerrar el diario Carteles del Sur por causa de la crisis económica del sexenio de Miguel de la Madrid, me tocó a mí virar el rumbo de la antigua imprenta hacia la producción editorial. La tarea era ardua dado que no sabíamos hacer los libros que queríamos. Los maestros tipógrafos y encuadernadores que hubo en esta ciudad y que sabían ese oficio, habían desaparecido, así es que hubo que empezar de cero, pero esa es otra historia...
La de don Néstor la escribió él mismo y se publicó por primera vez en 1977 bajo el título Memorias de un combatiente. Dos ediciones posteriores mejoraron mucho aquella que se hizo en el taller de Jesús Torres Márquez. Éstas aparecieron en 1997 y en 2005, pero ya con otro título: Un mexicano en la guerra civil española y otros recuerdos.
Ahora está en diseño una nueva edición pues el libro está agotado y sigue habiendo lectores que nos lo solicitan. Hace un par de semanas recibí el pedido de ese libro de parte de una joven cineasta mexicana que estudia en París, Francia. Su nombre es Eloissa Florez y su proyecto fílmico consiste en hacer un repaso por los mexicanos que lucharon como voluntarios en las Brigadas Internacionales en la Guerra Civil española (1936-39).
Un último ejemplar que le "decomisé" a mi hermano Prometeo se le envió, pero como están ríspidas las relaciones México-Francia a causa del "affaire Florence Cassez", ha demorado más de la cuenta en ser entregado.
Publicaremos aquí cuando la cuarta edición de ese libro esté ya disponible, mientras tanto compartimos amigos y familia este recuerdo impreso en 4 páginas en memoria de nuestro querido padre y maestro: Néstor Sánchez.
Una imagen de Gustavo Doré respecto de El Quijote –su libro de cabecera de don Néstor– es la portada. En el interior agregamos el escudo de la XIII Brigada Internacional Dombrowsky, compuesta por eslavos principalmente y donde fue encuadrado mi padre, llegando a ser comandante a muy tierna edad. Su retrato es sostenido aquí por una doliente en cuños paños se adivinan los colores de dos patrias: la mexicana y la republicana española.
Este retrato con gorra de cuartel lleva ya las 3 barras de capitán que Néstor obtuvo por su valentía en los campos de batalla, tras encabezar el paso del río Ebro durante la última gran ofensiva republicana del 25 de julio de 1938. Batalla larga, sin cuartel y muy cruenta que se perdió cuando las Brigadas Internacionales fueron retiradas del frente, por las presiones de Francia e Inglaterra...
Una misa en su memoria fue dicha por quien fuera su amigo, don Daniel Quiroga Dorantes, presbítero y párroco de Santa María del Marquesado. Durante ella, el padre Quiroga hizo un emocionado elogio de la amistad, pues si en algo se distinguió como periodista don Néstor fue en rendir ese servicio universal y esmerado que no exige nada a cambio: la amistad.
En su recuerdo también, la familia disfrutó el mole Chichilo que tanto le gustaba, hecho con el chile chilhuacle, el más fino de los chiles mexicanos. Todo eso más mezcal, nénguanos y nicuatole y charla con música oaxaqueña y recuerdos, fueron la manera de recordar a nuestro fundador, maestro y padre.
¡Hola! Quisiera saber si ya hay manera de conseguir "Un mexicano en la guerra civil española y otros recuerdos" en la Ciudad de México, ¡muchas gracias!
ResponderEliminarEstimado Sr. Muñoz.
ResponderEliminarSólo me quedan 2 ejemplares de la tercera edición. Está en prensas ya la cuarta.
Puedo enviárselo por correo, pues actualmente no hay ninguna librería que lo tenga en existencia, ni en el DF ni en Oaxaca.
Por favor escríbame a klovis44@gmail.com para comunicarme su decisión. La cuarta edición teníamos planeado que saliera el 22 de octubre, pero será hasta fines de enero del 2013 que la concluyamos.
Muchas gracias
CS